Libro blanco de la profesión docente

Reflexiones sobre el Libro blanco de la profesión docente

1. Me parece que el Libro blanco es un documento excelente y muy necesario.  Es riguroso en explicar las mejoras que se deberían de hace en el sistema educativo, partiendo desde el docente como protagonista y su importancia desde la primera etapa de la escuela infantil.    Incluye sugerencias para mejorar la formación del profesorado, elevando la profesión al nivel del profesión de médico, así garantizando la excelencia de los profesionales y mejorando su estatus social.  

También he de decir que hay aspectos que me parecen utópicos y que no serían tan fáciles de poner en práctica, ya que elevar el nivel de la profesión de docente también debería de suponer subir sus salarios, y no sé si esto es algo que el Estado puede asumir.  Igualmente, la elevación del nivel de los profesores supone más años de estudio y de prácticas también, y se necesitaría algún tipo de remuneración para las prácticas y becas para los años extras de estudio, para que sea asumible.

2. Me encanta la referencia en la decimoctava propuesta al proverbio africano, “Para educar a un niño hace falta la tribu entera”, que habla de la importancia de involucrar la familia y la sociedad en la educación de los niños, y de sensabilizar a todos a la importancia de la figura del docente y su compromiso con la educación de sus hijos.  Esta propuesta fomenta el respecto mutuo entre el profesor, los alumnos y sus familias, llevando a un buen clima en el aula y así mejores posibilidades de desarrollar con éxito las propuestas educativas y el aprendizaje del alumno.

3. Me parece interesante la creación de los Centros de Formación del Profesorado, pero creo que también seria posible educar a los profesores a través de las universidades como ahora.  En primer lugar, sería una solución más económica en comparación con abrir centros nuevos.  Una posibilidad sería creer Centros dentro de la propia universidad, como una Facultad más. También depende del número de Centros de este tipo que se fueron a creer.  Si hubiera un centro en cada Comunidad podría ser posible, pero si hubieran menos, los alumnos tendrían que viajar o alojarse, lo cual conlleva un mayor gasto para ellos y podría implicar un menor número de alumnos que se inscriben a la carrera de profesor.