Presentación

Hola soy Katrina! Soy músico y madre de tres niños, y me encuentro al principio de esta nueva aventura que es el curso de Máster para profesorado de Secundaria en la Universidad de Valladolid.

Son ya muchos años que compagino mi vida como músico con la docencia o con diferentes proyectos  educativos.  Voy a contar un poquito de mis experiencias con la música y la educación hasta ahora...

Formo parte desde hace unos cuatro años del proyecto de orquesta y coro infantil “In Crescendo” de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, impartiendo clases de instrumento a grupos pequeños de niños de 9-12 años en el CEIP Allue Morer, un centro educativo donde se considera que el alumnado está en alto riesgo de exclusión social.  En este proyecto he tenido la suerte de trabajar con niños de una gran mezcla de familias y situaciones sociales, y he aprendido mucho de ellos y de mis compañeros.  Los conciertos son siempre muy emotivos tanto para los participantes como para el público.

Desde hace seis años trabajo con la compañía de teatro Teloncillo, primero para diseñar un Concierto didáctico teatralizado, “Respirando Cuentos” que se estrenó en 2014, y luego para crear “El Jardín Musical” (2017) que sigue actualmente en gira.  Son espectáculos musicales dirigidos a niños de 3-6 años, con toda la música interpretada in directo por un quinteto de músicos de música clásica, integrando el teatro y la danza.  Son espectáculos donde la música es el protagonista, dirigiendo el desarrollo de las escenas, o de la historia.  La compañía de teatro tiene una larguísima trayectoria (50 años!), así que a veces nos tocan hacer cosas muy especiales, como este año, cuando dimos el Pregón de las fiestas de Valladolid.

Hace seis años realicé una formación en música para la Primera Infancia con Paulo Lameiro (director de la compañía Musicalmente - Concertos para Bebés) en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid, y actualmente sigo impartiendo talleres de Música para bebés en el CCMD.  Con Paulo aprendí metodologías muy interesantes e innovadoras, partiendo del método de enseñanza de Edwin Gordon, que es bastante conocido, e incorporando performance musical y bailado.  El secreto de medir tiempos era clave, fuimos cambiando de métrica musical cada 30 segundos, utilizando patrones de repetición planificados.  Vi que con esta metodología pudimos captar de forma muy eficaz la atención de los bebés y mantenerla durante un taller de 40 minutos.

Fue durante el curso de formación con Paulo cuando me di cuenta de que educar con la música era algo que yo podía realmente disfrutar.  Antes, había trabajado en academias de música, y disfrutaba con algunos alumnos pero no con todos.  Mi di cuenta de que me faltaban herramientas, y a través del curso en música para la Primera Infancia, me fui adquiriendo varias.  Me entraron ganas entonces de seguir trabajando e investigando en el mundo de la educación musical, y de trabajar con todo tipo de personas.  Y poco a poco, veo que voy abriendo caminos.  Así que mi última aventura va a ser esta misma, en el campo de Secundaria...

En todo mi trabajo donde la música es un vehículo para la enseñanza, valoramos por encima de todo la interpretación de música de calidad en directo, ya que las vibraciones de los instrumentos y los armónicos que producen pueden ser sentidos por los niños (y los adultos por su puesto) creando una experiencia en vivo que es único.  Una parte muy importante de los Talleres para la Primera Infancia es la posibilidad de acercar los niños a los instrumentos mientras se tocan.  Otra pauta importante es el uso de repertorio de gran calidad - no ofrecemos canciones infantiles, si no música auténtica en un contexto que resulta apetecible para el pequeño público.  Utilizamos también el canto y la danza como herramientas importantes.  En 2019 con mi compañía Yamparampán hemos estrenado un Concierto para la Primera Infancia, “Donde nace la música” - que fue seleccionada por la Feria de Teatro de Ciudad Rodrigo.

A través de la música podemos facilitar el aprendizaje de patrones, pero sobre todo podemos ofrecer experiencias, a través de las cuales los bebés, niños o adultos pueden percebir emociones o sentimientos, y pueden explorar su propia inteligencia emocional, auditiva o sensorial.

Toco con un grupo de música celta, Los Veteranos de las Galias (!!!) y nos centramos en dar conciertos participativos, con mucho baile y coreografías para todo el mundo.  También hacemos talleres y actuaciones para niños, colegios, familias, y personas con discapacidad.  Para esto, he participado en cursos de formación sobre la música para personas con discapacidad.  Con el grupo, hemos visitado diferentes centros, sobre todo los de ASPRONA.  Según la movilidad de las personas con las que nos encontramos, utilizamos las vibraciones musicales como herramientas para la relajación, y la danza (o movimientos con coreografía) como herramienta para la inclusión social.  También incluimos actividades sensoriales.  Adaptamos coreografías para las personas con discapacidad, y para sus familiares también.  Aquí hay un vídeoclip de un gran baile que montamos para los participantes en la 40 Marcha ASPRONA.

Para mi, la cosa más importante en el mundo de la educación es que los propios educadores no debemos nunca dejar de aprender.  Siempre podemos aprender de nuestros alumnos y de nuestros compañeros, y deberíamos también de ponernos al día continuamente con las nuevas tendencias o innovaciones relacionadas con el mundo de la educación y con la realidad en la que se encuentran nuestros alumnos.

En este curso espero adquirir herramientas para poder afrontar el trabajo de profesora de música con adolescentes, que representan para mi un grupo social con quien tengo menos experiencia y conocimiento.... de momento....